De qué hablar con una chica que te gusta: temas que funcionan
¿Sin palabras? ¿No sabes de qué hablar con una chica que te gusta?
Comenzar una conversación con una persona que nos atrae es difícil, pero conseguir captar su interés y que este se mantenga, puede parecerte también todo un reto.
En este post quiero mostrarte que en realidad es sencillo y que eres más que capaz de tener conversaciones que enganchen y enamoren a cualquiera. Sigue leyendo para saber por qué.
Calentamiento: qué debes saber antes de iniciar la conversación
Antes de entrar en materia, creo que es importante que repasemos una serie de aspectos clave que enriquecerán mucho más la forma en la que converses con esa persona y además te ayudarán a sentir mayor seguridad (muy importante para que pierdas el miedo a hablar con ella).
Una conversación es una cosa de dos
Una conversación no es ni un monólogo ni una entrevista, y al final el propósito de dicha conversación es que los dos encontréis espacio para expresaros y conoceros mejor. Por lo tanto, aquí hay una serie de situaciones que debemos evitar:
- Hablar solo de nosotros y no escuchar lo que tiene que decir la otra persona
- No respetar nuestro propio turno de palabra y que la otra persona sea la única que hable. Esto de vez en cuando está bien, pero no debe convertirse en algo sistemático, a todos nos gusta sentirnos escuchados. Además, si quieres que la otra persona se sienta más atraída hacia ti, es necesario que te conozca, evidentemente.
- Taladrar a preguntas a la otra persona. Cuando conocemos a una persona nueva, raramente la sometemos a un interrogatorio para conocerla. Esto no debería ser distinto con las personas que nos atraen. Freír a la otra persona a preguntas es un método muy precario de ligar. Respira y relájate, deja que esa persona también tome las riendas de vez en cuando, a ver qué ocurre.
Filtro conversacional: ¿cómo eliges lo que dices?
Pensamos más rápido de lo que hablamos; es un hecho. Si no fuera así, nos resultaría bastante complicado elaborar un discurso coherente.
Dado que la cantidad de pensamiento que elaboramos es superior a la cantidad de palabras que emitimos, necesitamos filtrar nuestro pensamiento para escoger qué decimos y que no.
Este mecanismo de es llevado a cabo por nuestro filtro conversacional. Él decide qué pensamientos expresamos y cuáles no.
Normalmente, este mecanismo nos es de gran utilidad y nos permite tener conversaciones fluidas sin meter la pata. Sin embargo, el filtro se tensa cuando estamos delante de una persona a la que queremos gustar o con la que todavía no tenemos confianza.
Esto provoca que seamos demasiado críticos a la hora de comunicarnos y que descartemos un enorme número de pensamientos que etiquetamos como inapropiados. Y ahí es cuando nos quedamos en blanco.
Filtro conversacional: ¿cómo lo relajo?
Para empezar, no luches contra él. Cuanto más te obsesionas con evitar los silencios y evitar quedarte en blanco, más te va a costar encontrar qué decir.
Si mi pensamiento está enquistado en encontrar algo que decir, será más complicado encontrar ese algo. Si estoy pensando “Tengo que decir algo ¿qué digo? ¿qué digo?”, mi pensamiento estará ocupado y no estará receptivo a estímulos que me ayuden a sacar temas de conversación.
Así que, para empezar, permítete quedarte sin ideas. No pasa nada. Recuerda que la conversación es cosa de dos.
Los hilos conversacionales
Una vez le hayas perdido el miedo al silencio, podrás utilizar los 3 hilos conversacionales para resucitar la conversación.
¿Qué son los hilos conversacionales? Veámoslo con un ejemplo. Si tú me cuentas que ayer te fuiste a andar en bici, yo ahora puedo intervenir en la conversación de 3 maneras:
- Mostrar curiosidad: Por ejemplo, te puedo preguntar por la ruta que recorriste.
- Vincularme con el tema: Por ejemplo, te puedo contar que yo antes solía andar en bici, pero ahora mismo la tengo oxidada y cogiendo polvo.
- Hablar sobre el tema: Por ejemplo, te puedo decir que el otro día leí un artículo que decía que se calcula que en 2030 todas las bicis serán eléctricas.
Todos tenemos la habilidad de utilizar los hilos conversacionales y la utilizamos constantemente. Pero cuando nuestro filtro conversacional se tensa, nos agobiamos por quedarnos en blanco y, eso mismo es lo que provoca que no podamos utilizar los 3 hilos.
Una conversación divertida: la clave para ligar
¿Qué es lo que hará que la conversación se mantenga? El que estemos pasando un buen rato. A nadie le gusta perder el tiempo, si sentimos que conversar con esa persona no nos aporta ningún valor o que no nos divierte, dejaremos de estar interesados en hablar con ella.
Tal y como hablé en posts anteriores, no debemos olvidarnos de introducir una chispa de humor en las relaciones, lo cual, según un estudio de la Universidad de Northumbria, nos hace más atractivos.
Esto puedes conseguirlo con algunos mecanismos de conversación como por ejemplo exageraciones (“¿Que si me gustan las legumbres?… no sé si te has fijado, pero mis pupilas son dos lentejas”), riéndote de ti mismo (Lo primero en lo que me fijo de una chica es su inteligencia… si tiene mucha sé que no nos vamos a entender) utilizando la ironía (Me hace gracia la gente que dice que está en Tinder para hacer amigos… es como decir que te metes en páginas porno para buscar una buena profesora de inglés) o metiéndote de forma cariñosa con ella (“¡Qué mona! ¡Se te ha puesto la naricilla roja! Fíjate, no sabía que había quedado con Rudolf…”).
→ Estos son solo unos ejemplos, en este post puedes encontrar más información de como resultar más atractivo a la chica que te gusta.
Muestra tu interés, ¿cómo hacerlo?
El interés es lo que mueve la relación hacia delante (o hacia atrás). Saber cómo interpretar sus muestras de interés y mostrarlas tú mismo es muy importante. Puedes hacerlo proponiendo planes juntos e iniciando más conversaciones, por ejemplo.
Si quieres saber más sobre este tema, te dejo como deberes el consultar el siguiente artículo: Si le gustas a una mujer, te lo hará saber: 9 señales clave y más
Identificar puntos en común
Un estudio de la Santa Clara University llevado por Jessy M. Burger y sus compañeros de investigación, muestra que nos suelen gustar más aquellas personas que se parecen más a nosotros.
Lo que puedes hacer para aprovechar esto a la hora de mantener la conversación en el tiempo, es buscar cosas que tengáis en común y explotarlas. Por ejemplo, si a ambos os gusta el mismo tipo de música, un día que no sepas cómo iniciar la conversación, prueba a enviarle directamente una canción que creas que pueda gustarle.
Temas de conversación: ¿de qué hablar con una chica que te gusta?
Ahora que hemos dado un repaso a qué debes esperar y buscar en una conversación, para que sepas de qué hablar con una chica que te gusta he dividido los temas en dos: los más racionales para hablar de cosas generales y los más emocionales o personales, para que podáis ir cogiendo confianza.
Temas sencillos y racionales para comenzar a conoceros
Hablar sobre vuestro trabajo o estudios
Comenzar preguntando “¿a qué te dedicas?” te dará muchas cosas de las que hablar con la chica que te gusta:
- Contarle algo que haya ocurrido trabajando
- Hablar cosas curiosas sobre lo que estudias o haces. “Pues hoy en clase hemos dado algo muy interesante y me he acordado de ti”
- Hablar de a lo que os dedicáis y qué hacéis dentro de ese trabajo
- Explicar por qué estudias lo que estás estudiando y preguntarle a ella lo mismo
En este punto, sin embargo, te aconsejo ser cauteloso. Es muy fácil empezar a hablar sobre trabajo y acabar teniendo una conversación excesivamente racional. Pero no te preocupes, si ves que esto empieza a suceder, trata de dirigir la conversación hacia temas más emocionales con las claves que te muestro más adelante.
¿Cuáles son vuestras aficiones?
¿Qué pasiones tenéis? ¿Hay alguna en común que incluso podáis compartir o hacer juntos en un futuro? ¿Lo haces por pasar el rato o te gustaría dedicarte a ello profesionalmente? ¿Qué es lo que más te gusta de ese hobbie? ¿Desde cuándo llevas practicándolo?
Recurrir a los recuerdos de la infancia
Enviar por Whatsapp la típica foto de cuando éramos pequeños es un buen recurso para mostrarte más abierto hacia ella y dejar que te conozca un poco más, aumentando la confianza. Podéis hablar de anécdotas graciosas, los programas de televisión que más os gustaban, o costumbres curiosas que tuvieseis.
Conversaciones sobre vuestros planes de futuro
¿Qué es lo que queréis hacer en verano? ¿Y el fin de semana? Puedes incluso añadirla a algunos de esos planes a medida que avance la relación para mostrarle tu compromiso con ella y hacer que se sienta más segura contigo.
Por ejemplo: “En noviembre viene Bon Iver, si para entonces no nos odiamos a muerte podemos plantearnos ir juntos a verlo”
Temas emocionales: para comenzar a acercaros
Preguntar ¿por qué?
El siguiente paso para estrechar vuestra relación es perder el miedo a preguntar “¿por qué?”. ¿Por qué estudia lo que estudia? ¿Por qué le gusta viajar? No sabes todo lo que se puede esconder detrás de un por qué bien escogido.
Hablar sobre sueños y metas
¿Dónde os gustaría estar dentro de 10 años? ¿qué haríais con vuestra vida si el dinero no fuera un problema? ¿Qué proyectos os haría ilusión comenzar?
Descubrir cuáles son vuestros miedos
Pasar de hablar del miedo a las arañas y avanzar hasta cosas más profundas como el temor de perder el trabajo, por qué siente esos temores y qué es lo que puede incluso provocarlos. Si llegáis a este nivel, conseguiréis que vuestra confianza aumente mucho más, ya que estaréis mostrando una mayor vulnerabilidad el uno hacia el otro.
A veces nos cuesta mostrar esa vulnerabilidad por el miedo a ser rechazados o por que ya nos rompieron el corazón anteriormente y buscamos evitarlo. Abrirnos con otra persona muestra que nos sentimos a gusto con ella y muestra un mayor compromiso.
En su charla TED, Brene Brown nos muestra la vulnerabilidad como algo que nos permite “compartir nuestras historias con aquellos que han ganado el derecho de escucharlas”.
¿Cuáles son los valores que os mueven?
Por último, en esta lista, ¿cuáles son tus valores?
Es el momento de hablar vuestra forma de ver el mundo y contar qué es lo que define vuestra forma de actuar. ¿Le importa el medio ambiente? ¿Es el dinero una de sus grandes preocupaciones? ¿Quiere ayudar a los demás? ¿Se preocupa por su crecimiento personal?
Es normal que te sientas algo abrumado ante tanta información, pero te sorprenderá saber que muchas de estas cosas ya las haces, que son naturales y que puedes aprenderlas con facilidad.
Ahora que has terminado de leer, ¿estás preparado para mejorar tus relaciones interpersonales? Ponte a prueba con este test.