Ser atractivo es cuestión de actitud: ¿sí o no?
¿Eres una persona que no ha tenido mucha suerte en el amor? Probablemente te hayas preguntado si ser atractivo es cuestión de actitud, o simplemente tiene que ver con una serie de cánones y estereotipos de belleza impuestos en la sociedad. ¡Todos hemos pasado por ahí, amigo! En nuestra web, resolveremos tus dudas.
Y es que, ¿quién no ha tenido “bajones” al creer que nunca encontrará una relación estable o, incluso, fugaz? A pesar de lo que puedas pensar, el problema no está necesariamente en el físico, sino en tus habilidades afectivo-sexuales.
Una vez que nos hemos hecho todas las preguntas necesarias sobre cómo ser más atractivo físicamente, y nos hemos dado cuenta de que este es un factor importante, pero no necesariamente decisivo, entraremos en el mundo de la personalidad y la seducción para darle un vuelco a tu mente. ¡Adelante!
El sector de la belleza: qué hace atractivo a un hombre o mujer
Con el paso de los años, la moda y la estética se han asentado en la sociedad con un modelo de cánones de belleza y estereotipos, que no solo han creado una imagen falsa de lo que significa ser atractivo, sino que han provocado una serie de problemas de inseguridad en las personas, sobre todo en los más jóvenes.
Pero, ¿cuál es el papel de la personalidad en este ámbito? ¿Cómo digerimos la premisa de que ser atractivo es una cuestión de actitud, cuando día a día nos bombardean con imágenes de modelos o actrices despampanantes? Aunque no lo creas, el dicho de “la belleza está en el interior” nunca ha sido tan real.
La pregunta de “cómo me hago más atractivo” está en la mente de todas las personas que, alguna vez, han querido gustarle a alguien y no han conseguido llamar su atención. Pero, ¡atentos! Porque existen ciertas pautas, empíricamente demostradas, de cómo ser más atractivo según la ciencia; ¿te gustaría conocerlas?
Cómo ser más atractivo según la ciencia: 5 pautas fundamentales
Ser atractivo es cuestión de actitud; así lo dice la psicología cuando hablamos del terreno de la atracción interpersonal, y es que el físico puede suponer una forma de atracción externa y primeriza, pero, como siempre decimos, todo está en la mente.
En este sentido, se presenta el Modelo Bidimensional de la Atracción Interpersonal (MBAI), que defiende que la atracción surge cuando se ponen en consonancia dos factores fundamentales: el nivel de agrado emocional hacia el otro individuo y su predisposición a satisfacer tus propios deseos y objetivos.
Esta perspectiva en las relaciones de atracción entre dos personas, ha traído consigo una serie de técnicas psicológicas, fomentadas por profesionales del sector, para mejorar las habilidades sociales de aquellos individuos con problemas afectivo-sexuales. En nuestro artículo, vamos a hablarte de algunos de ellos.
Características deseadas
Una de las principales hipótesis de que ser atractivo es cuestión de actitud que los profesionales obtienen de la MBAI, es la de las “características deseadas”, que defiende que cada individuo, dependiendo de su sexo y sus expectativas afectivas en una relación, busca unas cualidades específicas en la otra persona.
A lo largo de la prehistoria, los hombres y mujeres se han enfrentado a condiciones y problemas adaptativos diferentes, lo que ha provocado que, de la misma manera, busquen cosas y lleven a cabo soluciones distintas.
Por ejemplo, dado que las mujeres son las que se quedan embarazadas y eso supone un nivel de vulnerabilidad bastante elevado en un entorno salvaje, ellas procuraron ser más selectivas que los hombres a la hora de elegir a alguien con quien tener sexo. En este sentido, el hombre debía mostrar una elevada capacidad y voluntad para abastecer y proteger al núcleo familiar.
Y te preguntarás, ¿esto está demostrado científicamente? Pues así es; la TES (Teoría de las Estrategias Sexuales) explica que los deseos de las personas quedan definidos por su rol de género en la sociedad.
Sin embargo, a pesar de que hombres y mujeres hemos tenido que enfrentar desafíos evolutivos diferentes, hemos avanzado hacia una sociedad mucho más igualitaria en la que ambos sexos se enfrentan a problemáticas cada vez más similares.
Las mujeres ya no se arriesgan a quedarse embarazadas tras el sexo gracias a los métodos anticonceptivos, lo que facilita que puedan ser igual de promiscuas que los hombres. Además, con la inclusión de la mujer al mercado laboral y la aparición de las fuerzas del orden, éstas han dejado de depender del hombre para abastecer y proteger a la prole.
El desarrollo social y tecnológico que hemos experimentado en los últimos siglos ha provocado que aparezcan nuevas definiciones de atractivo. De este modo, las características más cotizadas hoy en día son la autoestima, las similitudes, la reciprocidad y las habilidades sociales o asertividad.
Autoestima
La autoestima de una persona es uno de los pilares fundamentales que sostienen que ser atractivo es cuestión de actitud, ya que alguien que la mantiene en un alto estándar, siempre tenderá a ampliar más su espectro de lo que cree que merece.
Alguien que cree en sí mismo tendrá más posibilidades de encontrar una pareja afectiva o sexual, al contrario que las personas inseguras, que tienden a subestimar o malinterpretar las señales de interés del otro debido a que les da miedo ser rechazados.
Búsqueda de semejanzas
Por otro lado, la similitud entre dos personas es un factor que aumenta la atracción hacia el otro individuo; ¿por qué? Pues porque las semejanzas hacen que percibamos una mayor probabilidad de ser aceptados o admirados por parte de la otra persona, aumentando el grado de atracción que experimentamos hacia ésta.
De hecho, sabemos que las personas con una buena autoestima tienden a sentirse atraídas por aquellas personas que tienen características comunes. Y es normal: si me gusto a mí mismo, tiene sentido que me gusten las personas que se parecen a mí.
Así, la búsqueda de cosas en común es una actividad fundamental cuando estás conociendo a alguien, dado que esto potenciará las posibilidades de relacionarse de manera óptima mediante valores o aficiones.
Reciprocidad
¿Nunca te has empezado a fijar en una persona tras descubrir o intuir que le gustas? Bien, pues mostrar interés es puede hacerte más atractivo al instante según la ciencia.
Al contar con la predisposición de esa persona, y dejar así de lado el ya mencionado “miedo al rechazo”, tendemos a sentirnos atraídos hacia él o ella y, de forma recíproca, adquirimos más confianza y autoestima.
Por lo tanto, ¡lánzate y di lo que piensas sin tapujos! Como ya hemos visto, ser atractivo es una cuestión de actitud en las parejas, y más aún ir con las cosas de frente, ya sea de forma verbal o no verbal.
¡Pero cuidado! Un interés desmedido es igual de contraproducente que no mostrar interés en absoluto. Debes ser capaz de mostrar interés, pero siempre con los pies en el suelo y sin pasarse.
Comunicación asertiva
Decir cómo te sientes es una muestra de sinceridad, y, en consecuencia, a la confianza; esta tiene un papel esencial en el atractivo.
La asertividad y las habilidades sociales son uno de los mayores predictores del éxito social de un individuo y, como tales, se constituyen como una de las cualidades positivas más destacadas de las características deseadas.
De esta manera, desde un equipo de profesionales, se ayudará a la persona a potenciar su comunicación asertiva para mejorar las relaciones interpersonales y aprender a expresarnos de manera correcta y empática, aumentando así nuestro atractivo personal.
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Si ya te ha quedado claro que ser atractivo es una cuestión de actitud, y que necesitas reforzar tus habilidades afectivas y sociales para encontrar a personas que te complementen, es el momento de ponerte en contacto conmigo. ¡Puedo ayudarte!
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